ORIGEN Y
CARACTERÍSTICAS DE LA
FILOSOFÍA MEDIEVAL
FILOSOFÍA
MEDIEVAL (Siglo IV-V al XV)
Existe en este
período un claro predominio cultural de la religión cristiana. La filosofía
está al servicio de las creencias religiosas, concretamente de las monoteístas:
judía, cristiana y musulmana.
Todos los
filósofos medievales tienen como fuentes inmediatas filosofías griegas debido
al encuentro entre ambos periodos, de hecho, la filosofía griega y la filosofía
oriental proceden de lo que hoy entendemos como cultura occidental.
Tradición griega+
tradición judeo-cristiana= cultura occidental.
ORIGEN
Tienen lugar en
el resurgimiento del cristianismo enfrentado a la filosofía que predominaba en
el Imperio Romano. El periodo helenístico (desde la muerte de Alejandro Magno
en 323 a.C. hasta la batalla de Actium en el año 31 a.C.) se interrumpe por la
victoria de Roma. Se impone el Imperio Romano hasta el siglo V en que acaba
sucumbiendo ante los bárbaros.
En el ámbito
cultural convive coexisten el latín y el griego como idiomas de la filosofía,
pero poca gente sabe leer y escribir y aún menos son bilingües. El que esté el
idioma griego favorece a la filosofía, de hecho en el Imperio se prolongan y se
desarrollan las escuelas helenísticas griegas. El acontecimiento cultural de
mayor trascendencia para la historia de occidente fue la aparición y expansión
del cristianismo, es decir, su triunfo definitivo como religión del mundo
mediterráneo.
El primer
contacto entre cristianismo y filosofía griega fue hostil. Poco a poco se
asimilará la filosofía griega por buena parte de los apologetas cristianos, lo
que van a tomar de los griegos sobre todo, van a ser los conceptos y categorías
teóricas (vocabulario, tecnicismos, lenguaje, etc.).
El cristianismo
introduce a Dios en la historia del ser humano como su creador, como providente
y como hombre dentro de la historia, en un lugar y en un momento preciso. De
esta manera Dios es el centro de la historia humana, lo que es una novedad,
impensable dentro de la filosofía griega.
Desde la
filosofía griega era ridículo que un Dios se convirtiera en hombre, y mucho
menos que fuera crucificado, siendo insignificante. ¿Por qué tenía que
ser judío? ¿Por qué en ese momento de la historia?
CARACTERÍSTICAS
1. Surgen algunas tendencias que buscaban unir la
razón y la fe.
2. Nace la teología
3. Se dejan atrás los planteamientos filosóficos griegos para abrir paso a un
nuevo cuestiona miento: Fe sobre razón.
4. La influencia de la filosofía Aristotélica es muy grande y por tanto el
mundo se rige por planteamientos racionales.
5. Las ideas de Platón aun se tomaban en cuenta pero basándolo en la Fe , se acepta que la verdad es
eterna e inmutable y por lo tanto no puede ser la experiencia la que nos la otorgue
sino que se debe utilizar el conocimiento sensible.
6. Dios se convierte en el centro de todas las cosas y surgen nuevos problemas
filosóficos relacionados con su existencia y su esencia.
7.
Se caracteriza por la preocupación de los pensadores judíos, cristianos y
musulmanes por combinar las filosofías griegas y romanas con la ortodoxia
religiosa.
8.
Es un momento fundamentalmente religioso y en el que los planteamientos
filosóficos de otra índole no encuentran su lugar.
9. Se caracteriza por la ausencia de libertad de pensamiento, así como por un
control férreo por parte de las instituciones religiosas.
10. Surgen algunas tendencias que buscaban unir la razón y la fe.
control férreo por parte de las instituciones religiosas.
10. Surgen algunas tendencias que buscaban unir la razón y la fe.
11. Nace la teología
12.
Se dejan atrás los planteamientos filosóficos griegos para abrir paso a un
nuevo cuestiona miento.
San Agustín (354 – 430).
Es
una de las figuras más emblemáticas de su tiempo, del cristianismo y
de la filosofía. Su personalidad tan original y abundante deja una huella
profunda en todas las cosas donde pone su mano. La filosofía y la teología
medievales, es decir, lo que se ha llamado la Escolástica , toda la
dogmática cristiana, disciplinas enteras como la filosofía del espíritu y la
filosofía de la historia,
ostentan la marca inconfundible
que les imprimió. Más aun: el espíritu cristiano y el de la modernidad están
influidos decisivamente por San Agustín; y tanto la Reforma como la Contrarreforma han
recurrido de un modo especial a las fuentes agustinianas.
a.
Verdad
b.
Dios
Tesis
filosóficas de San Agustín: c. Creación.
d. Alma.
e.
El Bien.
f.
La Ciudad de
Dios.
a.
b. Verdad: en
encendidas controversias con los escépticos hizo triunfar San Agustín la
posibilidad de conocer la verdad. Los escépticos dicen "no existe la
verdad; de todo se puede dudar"; a lo que San Agustín replica "se
podrá dudar todo lo que se quiere; de lo que no se puede dudar es de la misma
duda". Existe pues la verdad con lo cual queda refutado el escepticismo.
San Agustín busca el prototipo de la verdad en las verdades matemáticas,
cuando dice, por ejemplo, que la proposición 7+3=10, es una proposición de
vigencia universal para cualquiera que tenga razón. Aquí donde se ve que 7+3
tiene que ser igual a 10, halla San Agustín lo que también en otros casos debe
ser verdad para todo espíritu racional, a saber, las reglas, ideas y normas conforme
a las cuales registramos y leemos lo sensible y al mismo tiempo lo estimamos y
rectificamos. Estas reglas son algo apriorístico, en lo cual el hombre,
frente al mundo y su experiencia, se demuestra superior, libre y autónomo.
c. Dios: el mismo
San Agustín que busca la verdad en el interior del hombre,
dice a la vez con no menor énfasis: Dios es la verdad. San Agustín se eleva de
lo verdadero singular a la verdad una gracias a la que todo lo verdadero es
verdadero para tener participación en ella. Considera esta ascensión como
prueba de que existe Dios y el mismo tiempo de lo que Dios mismo es: el todo de
lo verdadero, el ser bueno de todo lo bueno, el ser de todo ser. Así Dios es
todo, pero a la vez no es nada de todo, pues sobre puja a todo, ninguna
categoría se le puede aplicar.
d. Creación: este concepto no
es filosófico sino teológico. Por tanto, cuando San Agustín trata de pensarlo,
se le ofrecen inmediatamente dificultades filosóficas. En este caso, habría que
admitir también en Dios lo mutable. Por otra parte, la creación proviene de un
acto libre de la voluntad de Dios, y no es por tanto, una procesión necesaria,
como con frecuencia sé repitió contra la teoría de
la emanación. San Agustín deja por fin la cuestión en suspenso. Ve que no se
puede resolver con nuestros conceptos espaciales y temporales.
e. Alma: lo que San
Agustín escribe sobre el alma, su fina intuición, su arte de
ver y dominar las cosas, su penetrante análisis y
otras diversas cualidades lo revelan como sicólogo de primer orden. El alma
tenía para él especial interés.
"A Dios y al alma deseo conocer". El alma tiene un efecto el primado
frente al cuerpo. Cierto que San Agustín no es ya pesimista acerca del cuerpo:
el espíritu del cristianismo y su doctrina de la creación no lo permiten. No
obstante, para San Agustín el hombre es propiamente el alma. Y así, seguirá
pensándose, aun después de que en la alta edad media prospere
la formula aristotélica de la unidad del cuerpo y el alma.
f. El Bien: cuando
San Agustín habla en lenguaje religioso,
el bien no es para él otra cosa más que la voluntad de Dios. Pero cuando trata
de descubrir los fundamentos más profundos, dice: "El bien se da con
la ley eterna".
Son las ideas eternas en la mente de Dios que, como para los platónicos,
también aquí constituyen el fundamento de conocer, del ser y del bien. Son un
orden eterno. No solo el hombre es bueno, también los seres son buenos y
el conocimiento es
verdadero, con tal que se orienten conforme a este orden eterno.
g. La Ciudad de Dios: siempre
tendrá lugar en la historia del mundo la lucha entre la luz y
las tinieblas, entre lo eterno y lo temporal, entre lo supra sensible y lo
sensible, entre lo devino y lo anti divino. En su gran obra la Ciudad de Dios San
Agustín, muestra cómo
los poderes del bien tienen que luchar constantemente con los poderes del mal.
Su sentido definitivo es el triunfo del bien sobre el mal.
San Anselmo de
Cantorbery (c. 1033-1109).
Teólogo,
filósofo y Doctor de la
Iglesia , que propuso una teoría sobre la existencia de Dios
que todavía hoy se sigue debatiendo.
Nació
en Aosta (norte de Italia)
en el seno de una familia acomodada.
En 1060 ingresó en el monasterio benedictino de Bec (Normandía), donde era abad
el religioso y erudito Lanfranco. Cuando, en 1070, éste fue nombrado arzobispo
de Canterbury por el rey de Inglaterra Guillermo I
el Conquistador, Anselmo le sustituyó al frente del monasterio. Durante estos
años alcanzó un gran prestigio por sus conocimientos y piedad, y sus monjes le
animaron a que pusiera por escrito las meditaciones en que basaba sus
enseñanzas. De esta manera redactó Monologium (1077), en el que, reflejando la
influencia de san Agustín de Hipona, presentaba a Dios como el Ser más supremo
e investigaba sobre sus atributos. Animado por la acogida que tuvo su obra,
continuó con su proyecto de
comprensión de la búsqueda de fe, concluyendo Proslogium (1078), donde
presentaba lo que en el siglo XVIII llegó a conocerse como el argumento
ontológico de la existencia de Dios. Sostenía que incluso quienes dudaban de la
existencia de Dios habrían de observar cierta comprensión sobre lo que dudaban:
es decir, comprenderían a Dios como un ser del que no se puede pensar algo más
grande. Puesto que es más grande existir fuera de la mente que sólo en la
mente, un escéptico que negara la existencia de Dios estaría incurriendo en una
contradicción, ya que estaría afirmando que es posible pensar en algo más
grande que en un ser del que nada más grande se puede pensar. De aquí que, por
definición, Dios existe.
La
crítica básica al argumento de san Anselmo es que no se puede deducir la
existencia fuera de la mente de nada, analizando su definición. Ya en su época,
el monje Gaunilón de Marmoutier puso objeciones a su razonamiento, como más
tarde lo harían santo Tomás de Aquino e Immanuel Kant.
Sin embargo, René Descartes,
Baruch Spinoza, Gottfried Wilhelm Leibniz y algunos pensadores contemporáneos
han emitido razonamientos similares.
En
1093, Anselmo fue llamado para suceder a Lanfranco como arzobispo de
Canterbury. Desde esta dignidad participó
en una época de grandes conflictos con Guillermo II el Rojo, sucesor de
Guillermo I el Conquistador en el trono de Inglaterra, sobre la
independencia de la Iglesia
del poder regio. Tanto durante su estancia en Inglaterra como en su posterior
exilio italiano, san Anselmo estuvo siempre enfrentado con los poderes
seculares. A pesar de ello, continuó sus reflexiones teológicas, escribiendo
Cur Deus Homo, un estudio sobre la encarnación y crucifixión de Jesucristo como
una forma de expiación del pecado.
En
1100, cuando Enrique I heredó la corona inglesa, Anselmo regresó a
Canterbury, siendo posteriormente desterrado, de nuevo, por sus continuas
controversias con el Rey. Hasta 1106 no regresó a Canterbury, donde vivió hasta
el día de su fallecimiento, ocurrido el 2 de abril de 1109. Fue canonizado en
1163 y declarado Doctor de la
Iglesia en 1720. Su festividad se celebra el 21 de abril.
· Santo Tomás de Aquino (1225-1274).
A
veces llamado doctor angélico y el príncipe de los escolásticos, filósofo y
teólogo italiano, cuyas obras lo han convertido en la figura más importante de
la filosofía escolástica y uno de los teólogos sobresalientes del catolicismo.
Nació
en una familia noble en Roccasecca (cerca de Aquino, en Italia) y estudió en el
monasterio benedictino de monte Cassino y en la Universidad de
Nápoles. Ingresó en la orden de los dominicos todavía sin graduarse en 1243, el
año de la muerte de su padre. Su madre, que se oponía a la entrada de Tomás en
una orden mendicante, le confinó en el castillo familiar durante más de un año
en un vano intento de hacerle abandonar el camino que había elegido. Le liberó
en 1245, y entonces Tomás viajó a París para completar su formación. Estudió
con el filósofo escolástico alemán Alberto Magno, siguiéndole a Colonia en
1248. Porque Tomás era de poderosa constitución física
y taciturno, sus compañeros novicios le llamaban buey mudo, pero Alberto Magno
había predicho que "este buey un día llenará el mundo con sus
bramidos".
Tomás
de Aquino fue ordenado sacerdote en 1250, y empezó a impartir clases en la Universidad de París
en 1252. Sus primeros escritos, en particular sumarios y explicaciones de sus
clases, aparecieron dos años más tarde. Su primera obra importante fue Scripta
super libros Sententiarum (c. 1256), que consiste en comentarios sobre una obra
influyente relacionada con los sacramentos de la Iglesia , conocida como el
Sententiarum libri quatuor, del teólogo italiano Pedro Lombardo. En 1256 a
Tomás de Aquino se le concedió un doctorado en teología y fue nombrado profesor
de filosofía en la
Universidad de París. El papa Alejandro IV, que ocupó la
silla pontificia desde 1254 hasta 1261, le llamó a Roma en 1259, donde sirvió
como consejero y profesor en la curia papal. Regresó a París en 1268, y en
seguida llegó a implicarse en una controversia con el filósofo francés Siger de
Brabant y otros seguidores del filósofo islámico Averroes.
Estudio
de Aristóteles y los averroístas para comprender la crucial importancia de esta
polémica en la evolución del pensamiento de Occidente, es necesario considerar
el contexto en que se produjo. Antes de Tomás de Aquino, el pensamiento
occidental había estado dominado
por la filosofía de san Agustín, el gran Padre y Doctor de la Iglesia occidental durante
los siglos IV y V, quien consideraba que en la búsqueda de la verdad se debía
confiar en la experiencia de los sentidos.
A principios del siglo XIII las principales obras de Aristóteles estuvieron
disponibles en una traducción latina
de la escuela de traductores de Toledo, acompañadas por los comentarios de
Averroes y otros eruditos islámicos. El vigor, la claridad y la autoridad de
las enseñanzas de Aristóteles devolvieron la confianza en el conocimiento
empírico, lo que originó la formación de una escuela de filósofos conocidos
como averroístas. Bajo el liderazgo de
Siger de Brabant, los averroístas afirmaban que la filosofía era independiente
de la revelación. Esta postura amenazaba la integridad y supremacía de la
doctrina católica, apostólica romana y llenó de preocupación a los pensadores
ortodoxos. Ignorar a Aristóteles, tal como lo hacían los averroístas, era
imposible, y condenar sus enseñanzas era inútil. Tenía que ser tenido en
cuenta. San Alberto Magno y otros eruditos habían intentado hacer frente a los
averroístas, pero con poco éxito.
Santo Tomás triunfó con brillantez.
Reconciliando
el énfasis agustino sobre el principio humano espiritual con la afirmación
averroísta de la autonomía del conocimiento derivado de los sentidos, Tomás de
Aquino insistía que las verdades de la fe y las propias de la experiencia
sensible, así como las presentadas por Aristóteles, son compatibles y
complementarias. Algunas verdades, como el misterio de la encarnación, pueden
ser conocidas sólo a través de la revelación, y otras, como la composición de
las cosas materiales,
sólo a través de la experiencia; aun otras, como la existencia de Dios, son
conocidas a través de ambas por igual. Así, la fe guía al hombre hacia su fin
último, Dios; supera a la razón, pero no la anula. Todo conocimiento, mantenía,
tiene su origen en la sensación, pero los datos sensibles
pueden hacerse inteligibles sólo por la acción del intelecto, que eleva el
pensamiento hacia la aprehensión de tales realidades inmateriales como el alma
humana, los ángeles y
Dios. Para lograr la comprensión de las verdades más elevadas, aquellas con las
que está relacionada la religión, es necesaria la ayuda de la revelación. El
realismo moderado de santo Tomás afirmó los grandes conceptos de su sistema en
el pensamiento, en oposición al realismo extremo, el cual los proponía como
independientes del pensamiento humano. No obstante, admitía una base para los
universales en las cosas existentes en oposición al nominalismo y
conceptualismo. En su filosofía de la política,
a pesar de reconocer el valorpositivo
de la sociedad humana,
se propone justificar la perfecta racionalidad de la subordinación del Estado a
la Iglesia.
Santo
Tomás primero sugirió su opinión madurada en De unitate intellectus contra
averroistas (1270). Esta obra volvió la tendencia contra sus oponentes, quienes
fueron censurados por la
Iglesia.
Santo
Tomás dejó París en 1272 y se fue a Nápoles, donde organizó una nueva escuela
dominica. En marzo de 1274, mientras viajaba para asistir al Concilio de Lyon,
al que había sido enviado por el papa Gregorio X, cayó enfermo. Murió el 7 de
marzo en el monasterio cisterciense de Fossanova.
Con
más fortuna que ningún otro teólogo o filósofo, santo Tomás organizó el
conocimiento de su tiempo y lo puso al servicio de su fe. En su esfuerzo para
reconciliar fe con intelecto, creó una síntesis filosófica
de las obras y enseñanzas de Aristóteles y otros sabios clásicos: de san
Agustín y otros Padres de la
Iglesia , de Averroes, Avicena, y otros eruditos islámicos, de
pensadores judíos como Maimónides y Solomon ben Yehuda ibn Gabirol, y de sus
predecesores en la tradición escolástica. Esta síntesis la llevó en la línea de
la Biblia y la
doctrina católica.
El
éxito de santo Tomás fue inmenso; su obra marca una de las escasas grandes
culminaciones en la historia de la filosofía. Después de él, los filósofos
occidentales sólo podían elegir entre seguirle con humildad o inclinarse hacia
alguna otra dirección diferente.
En los siglos posteriores a su muerte, la tendencia dominante y constante entre
los pensadores católicos fue adoptar la segunda alternativa. El interés en la
filosofía tomista empezó a restablecerse, sin embargo, hacia el final del siglo
XIX. En la encíclica Aeterni Patris (Del Padre eterno, 1879), el papa León XIII
recomendaba que la filosofía de santo Tomás fuera la base de la enseñanza en
todas las escuelas católicas. El papa Pío XII, en la encíclica Humani generis
(1950), afirmaba que la filosofía tomista es la guía más segura para la
doctrina católica y desaprobaba toda desviación de ella. El tomismo permanece
como una escuela importante en el pensamiento contemporáneo. Entre los pensadores,
católicos y no católicos, que han trabajado dentro del marco tomista, han
estado los filósofos franceses Jacques Maritain y Étienne Gilson.
Santo
Tomás fue un autor prolífico en extremo, con cerca de 800 obras atribuidas. Las
dos más importantes son Summa contra Gentiles (1261-1264),
un estudio razonado con la intención de persuadir a los intelectuales musulmanes de
la verdad del cristianismo y la
Summa theologica (1265-1273), en tres partes (sobre Dios, la
vida moral del
hombre y Cristo), de la que la última está inacabada.
Enormemente
superior al de los pensadores cristianos contemporáneos, y esta ventaja durará
hasta el siglo XVIII.
EL ESCOLASTICISMO.
Movimiento
filosófico y teológico que intentó utilizar la razón natural humana, en
particular la filosofía y la ciencia de Aristóteles,
para comprender el contenido sobrenatural de la revelación cristiana. Principal
movimiento en las escuelas y universidades medievales de Europa,
desde mediados del siglo XI hasta mediados del siglo XV, su ideal último fue
integrar en un sistema ordenado
tanto el saber natural de Grecia y Roma como
el saber religioso del cristianismo. El término escolástica también se utiliza
en un sentido más amplio para expresar el espíritu y métodos característicos
de ese momento de la historia de la filosofía o cualquier otro espíritu o actitud similar
hacia el saber encontrados en otras épocas. El término escolástica, que en su
origen designaba a los maestros de las escuelas monásticas o catedralicias
medievales, de las que surgieron las universidades, acabó por aplicarse a
cualquiera que enseñara filosofía o teología en dichas escuelas o
universidades.
· Características
Principales.
Los
pensadores escolásticos sostuvieron una amplia variedad de ideas tanto en
filosofía como en teología. Lo que da unidad a todo el movimiento escolástico
son las metas comunes, las actitudes y
los métodos aceptados de un modo general por todos sus miembros. La principal
preocupación de los escolásticos no fue conocer nuevos hechos sino integrar el
conocimiento ya adquirido de forma separada por el razonamiento griego y la
revelación cristiana. Este interés es una de las diferencias más
características entre la escolástica y el pensamiento moderno desde el renacimiento.
El objetivo esencial
de los escolásticos determinó algunas actitudes comunes, de las que la más
importante fue su convicción de la armonía fundamental entre razón y
revelación. Los escolásticos afirmaban que el mismo Dios era la fuente de ambos
tipos de conocimiento y la verdad era uno de Sus principales atributos. No
podía contradecirse a Sí mismo en estos dos caminos de expresión. Cualquier
oposición aparente entre revelación y razón podía deberse o a un uso incorrecto
de la razón o a una errónea interpretación de
las palabras de la revelación. Como los escolásticos creían que la revelación
era la enseñanza directa de Dios, ésta tenía para ellos un mayor grado de
verdad y certeza que la razón natural. En los conflictos entre
fe religiosa y razonamiento filosófico, la fe era siempre el árbitro supremo,
la decisión de los teólogos prevalecía sobre la de los filósofos. Después
de principios del
siglo XIII, el pensamiento escolástico puso mayor énfasis en la independencia de
la filosofía en su campo propio. A pesar de todo, durante el periodo
escolástico la filosofía estuvo al servicio de
la teología, no sólo porque la verdad de la filosofía estaba subordinada a la
de la teología, sino también porque los teólogos utilizaban la filosofía para
comprender y explicar la revelación.
Esta
postura de la escolástica chocó con la llamada teoría de la doble verdad del
filósofo y físico hispano-árabe Averroes. Su teoría mantenía que la verdad era
accesible tanto a la teología como a la filosofía islámica pero que tan sólo la
filosofía podía alcanzarla en su totalidad. Por lo tanto, las llamadas verdades
de la teología servían, para la gente común, de expresiones imaginativas
imperfectas de la verdad auténtica, sólo accesible por la filosofía. Averroes
sostenía que la verdad filosófica podía incluso contradecir, al menos de una
forma verbal, las enseñanzas de la teología islámica.
Como
resultado de su creencia en la armonía entre fe y razón, los escolásticos
intentaron determinar el ámbito preciso y las competencias de
cada una de estas facultades. Muchos de los primeros escolásticos, como el eclesiástico
y filósofo italiano san Anselmo, no lo consiguieron y estuvieron convencidos de
que la razón podía probar algunas doctrinas procedentes de la revelación
divina. Más tarde, en el momento de esplendor de la escolástica, el teólogo y
filósofo italiano santo Tomás de Aquino estableció un equilibrio entre
razón y revelación. Sin embargo, los escolásticos posteriores a santo Tomás,
empezando por el teólogo y filósofo escocés Duns Escoto, limitaron cada vez más
el campo de las verdades capaces de ser probadas a través de la razón e
insistieron en que muchas doctrinas anteriores que se pensaba habían sido
probadas por la filosofía tenían que ser aceptadas sobre la base única de la
fe. Una de las razones de esta limitación fue que los escolásticos aplicaron
los requisitos para la demostración científica, recogidos al principio en el
Organon de Aristóteles, de una manera mucho más rigurosa que lo había hecho
cualquiera de los filósofos anteriores. Esos requisitos eran tan estrictos que
el propio Aristóteles rara vez fue capaz de aplicarlos en detalle más allá del
campo de las matemáticas. Esta tendencia desembocó de forma teórica en la
pérdida de confianza en la razón natural humana y en la filosofía, como quedó
caracterizada la primera época del renacimiento, y así lo asumieron los
primeros reformadores religiosos protestantes, como Martín Lutero.
Otra
actitud común entre los escolásticos fue su sometimiento a las llamadas
autoridades, tanto en filosofía como en teología. Esas autoridades eran los
grandes maestros del pensamiento de Grecia y Roma y los primeros Padres de la Iglesia. Los
escolásticos medievales se impusieron a sí mismos pensar y escribir mediante el
estudio único e intensivo de los autores clásicos, a cuya cultura y saber
atribuían certezas inmutables. Tras alcanzar su plena madurez de pensamiento y
producir los primeros trabajos originales de filosofía, siguieron citando a las
autoridades para dar peso a sus propias opiniones, aunque a estas últimas
llegaban en muchos casos de manera independiente. Críticas posteriores
concluyeron de esta práctica que los escolásticos eran meros compiladores o
repetidores de sus maestros. En realidad, los escolásticos maduros, como santo
Tomás de Aquino o Duns Escoto, fueron muy flexibles e independientes en su
utilización de los textos de los clásicos; a menudo con el fin de armonizar los
textos con sus propias posiciones, ofrecieron interpretaciones que eran
difíciles de conciliar con las intenciones y motivos inspiradores en los
clásicos. El recurso a la cita de los clásicos fue, en muchos casos, poco más
que un ornamento estilístico para empezar o finalizar la exposición de
las propias opiniones e intentaba demostrar que las ideas del exegeta eran
continuidad del pasado y no simples novedades. Novedad y originalidad de
pensamiento no eran perseguidos de forma deliberada por ninguno de los
escolásticos sino más bien minimizadas lo más posible.
Los
escolásticos consideraron a Aristóteles la máxima autoridad filosófica,
llamándole de modo habitual "el filósofo". El primer prelado y teólogo
cristiano san Agustín fue su principal autoridad en teología, tan sólo
subordinado a la Biblia
y a los concilios oficiales de la Iglesia. Los escolásticos se adhirieron con mayor
intensidad y sin ninguna crítica a
las doctrinas emitidas por la jerarquía eclesial al admitir las opiniones de
Aristóteles enmateria de ciencias empíricas,
como la física,
la astronomía y
la biología.
Su aceptación sin crítica debilitó a la escolástica y fue una de las
principales razones de su desdeñoso rechazo por parte de los investigadores y
sabios del renacimiento e incluso de mucho tiempo después.
· Métodos Comunes.
Uno
de los principales métodos de la escolástica fue el uso de la lógica y
el vocabulario filosófico de Aristóteles en la enseñanza, la demostración y la
discusión. Otro importante método fue
enseñar un texto por
medio de un comentario de alguna autoridad aceptada. En filosofía, esa
autoridad era atribuida de un modo casi mecánico y procedimental a Aristóteles.
En teología, los textos principales eran la Biblia y el Sententiarum Libri Quatuor
(Cuatro libros de
Sentencias) del teólogo y prelado italiano del siglo XII Pedro Lombardo, una
recopilación de las opiniones de los primeros Padres de la Iglesia sobre problemas de
teología. Los primeros escolásticos empezaron asumiendo como ortodoxia
intelectual el contenido de los textos que estaban comentando. Poco a poco,
conforme la práctica de la lectura fue
desarrollando su propio poder de
crítica, introdujeron muchos comentarios suplementarios sobre algunos puntos
que el propio texto no cubría o no había resuelto de forma adecuada. A partir
del siglo XIII, esos comentarios suplementarios, que expresaban el
pensamiento personal de
los maestros, se convirtieron en la parte más amplia y trascendente de los
textos, resultando así que la explicación literal del texto era reducida a un
simple pasaje de cada exégesis.
Junto
con los comentarios contaba la técnica de discusión por medio del debate público.
Cada profesor de
una universidad medieval
debía aparecer varias veces al año ante el cuerpo docente y los alumnos,
reunidos en asamblea, en un debate para defender los puntos cruciales de sus
propias enseñanzas frente a todo aquel que las pusiera en duda. Las ideas de la
lógica aristotélica se empleaban tanto en la defensa como en el ataque. En el
siglo XIII el debate público se convirtió en un instrumento educativo flexible
para estimular, probar y comunicar el progreso del pensamiento en la filosofía
y teología. Después de la mitad del siglo XIV, sin embargo, la vitalidad del
debate público decayó y se convirtió en un rígido formalismo. Los participantes
se sentían menos interesados en el contenido real que en pequeños puntos de la
lógica y nimias sutilezas del pensamiento. Este tipo degradado de debate
influyó mucho en dar una mala reputación a la escolástica durante el
renacimiento y posteriormente; en consecuencia muchos
pensadores modernos lo han considerado un mero mecanismo lógico pedante y
artificial.
ALTA ESCOLÁSTICA.
Tuvo lugar durante los siglos XI y XII,
período caracterizado por las grandes cruzadas, el resurgimiento de las
ciudades y por un centralismo del poder papal que desembocó en una lucha por
las investiduras.
La
figura más descollante de esta época fue Anselmo de Canterbury (1033-1109).
Considerado el primer escolástico, sus obras Monologion y Proslogion tendrán
una gran repercusión posterior. En ellas se lleva a cabo una demostración de la
existencia de Dios a partir de las ideas que tenemos sobre Él. Esta prueba,
denominada por Kant "argumento ontológico", será duramente criticada
por Tomás de Aquino y reelaborada por Descartes en sus Meditaciones
metafísicas.
La
figura de Pedro Abelardo (1079-1142) destacará por la renovación de la lógica y
la dialéctica y por crear el método escolástico de la quaestio, un
"problema dialecticum" a partir del cual se podría construir un
sistema coherente sobre el mundo y la vida. Su obra Sic et Non, desarrolla las
quaestiones disputatae, en las cuales se abordaba un tema determinado al que se
añadía una presentación sistemática de argumentos contrarios y su
solución.
En
el siglo XII, la escuela de Chartres se renueva con las figuras de San Bernardo
(muerto en 1124), Thierry de Chartres, Bernardo Silvestre y Juan de Salisbury.
Influenciados por el platonismo, el estoicismo y la ciencia árabe y judía, su
interés se centró fundamentalmente en el estudio de la naturaleza y en el
desarrollo de un humanismo que entrará en conflicto con las tendencias místicas
de la época representadas por Berrnardo de Claraval (1091-1153). Hugo de San
Victor, sin embargo, llevará a cabo una conciliación entre misticismo y
escolasticismo, siendo además el primero que escribió una Summa teológica en la Edad Media.
·
BAJA ESCOLÁSTICA
Pierde
vigor en el siglo XIV. Es un periodo de decadencia y disgregación, menos
creativo y falto de originalidad, en el que domina una actitud escéptica
respecto a las sistematizaciones de la escolástica anterior.
TEMAS DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL
El cristianismo y la verdad:
“Dios había
hablado a los hombres y él mismo había revelado la verdad”.
La filosofía
griega insiste en los límites del conocimiento humano, de hecho en la Alta Edad Media abunda
el escepticismo. La filosofía abarca gran pluralidad de escuelas filosóficas
que coexisten pacíficamente (platonismo, epicureísmo, estoicismo,
aristotelismo, etc.). La verdad para los griegos no tiene origen divino, sin
embargo para los cristianos es una VERDAD en sí, por lo que niegan la
importancia del diálogo, la discusión y el debate, que solo son posibles si se
supone que nadie posee la
VERDAD y que todos son iguales en sus fundamentos y criterios
de justificación.
La imagen
cristiana de Dios:
El cristianismo
incluye doctrinas que podrían considerarse como respuestas a los problemas
tradicionales de la filosofía. La
Biblia o libro sagrado, en el Génesis, expone el origen del
mundo y entre otras cosas nos habla de la naturaleza humana como imagen divina
con normas de conducta y relaciones políticas.
Es una religión
monoteísta que se impone sobre la diversidad de dioses griegos, que propone
unos ritos frente a la pluralidad de cultos griegos. La idea de creacionismo es
del todo extraña a la filosofía griega, por poner un ejemplo.
Parménides
sugería que era imposible que surgiera algo de la nada. La idea de
creación consigue una cosa: acentuar todavía más el poder ilimitado de
Dios. Sólo si Dios es único, puede ser omnipotente y además creador; este atributo
lleva implícito el fenómeno de los milagros (alteración del
curso natural de los acontecimientos).
Para la filosofía
griega, el universo se caracteriza por la necesidad, por las leyes; por eso es
un Cosmos y no un Caos. Si se quebraba el curso
natural el resultado era algo monstruoso o mal formado; explicarlo por
intervención divina o milagrosa sería irracional, absurdo.
Además Dios es el
padre de los hombres, paternidad divina que la filosofía griega ignoró
completamente.
La concepción
cristiana del hombre:
El hombre es
creado a imagen de Dios con un alma inmortal y un cuerpo que resucita. El
pecado no es ignorancia, sino maldad humana, inclinada, tentada a la infracción
y por la libertad del individuo que cede ante tal inclinación. Aparecen ideas
como culpa, arrepentimiento, pecado y redención, totalmente novedosas y ajenas
al pensamiento griego.
5. Doctrinas filosóficas en el
Imperio Romano:
§ Platonismo: Platonismo es
la doctrina filosófica desarrollada por los
seguidores de Platón a partir del siglo
I a. C. que llegó a ser el movimiento intelectual
dominante en los primeros siglos de nuestra era favorecido por las poderosas
similitudes de principios que mantenía con el cristianismo y judaísmo.
Su principal representante fue Plotino,
que adquirió este nombre en alabanza a su maestro.
El
platonismo ha influido en sectores del pensamiento religioso, de forma que se
llega a creer que ciertos ritos, pensamientos y doctrinas están basados en
él. San Agustín creía que mediante Platón se
podía articular teológicamente la fe cristiana, como había intentado Filón de Alejandría con el judaísmo.
El
emperador romano Justiniano clausuró las escuelas filosóficas de Atenas tratando
de reducir la influencia platónica, ya que la consideraba un peligro, lo cual nunca
se ha conseguido por completo.
En
el Renacimiento resurgió
el platonismo, sobre todo en la Academia Platónica de Florencia (siglo XV).
§ Aristotelismo: Aristotelismo y neo
aristotelismo son denominaciones
utilizadas en la historia de la filosofía1 para designar a distintos movimientos filosóficos donde los autores tienen como
fundamento el pensamiento de Aristóteles,
tanto en la Antigüedad
(mientras continuó la escuela peripatética fundada por Aristóteles: el Liceo -opuesta a la Academia de Platón-) como durante la época
medieval (averroísmo, tomismo, escolástica)
y en las edades moderna y contemporánea (Salamanca,
neotomismo o neo escolástica).
Durante la Alta Edad Media la civilización islámica conservó las obras de Aristóteles, mientras que la latina desconocía buena parte de
ellas. En los siglos XI y XII, la coexistencia entre las tres religiones del libro (el papel de los
judíos fue también
significativo) que caracterizó a la España medieval, permitió el
desarrollo de la Escuela de Traductores
de Toledo, desde donde, entre otras,
se tradujeron las obras de Aristóteles desde el árabe al latín. La recepción del
pensamiento de Aristóteles fue convirtiéndolo en el centro del mundo filosófico
de la Baja Edad Media. Gracias a la
adaptación al pensamiento cristiano que realizaron San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino, la nueva visión de Aristóteles se convirtió en parte
integrante de la doctrina oficial de la iglesia católica, como en buena medida lo sigue siendo en la
actualidad.
§ Estoicismo: El estoicismo es uno de los movimientos filosóficos que,
dentro del periodo helenístico, adquirió mayor
importancia y difusión. Fundado por Zenón de Citio en el 301 a. C., adquirió gran difusión por todo
el mundo greco-romano, gozando de especial popularidad entre las élites
romanas. Su período de preeminencia va del siglo III a. C. hasta finales del
siglo II d. C. Tras esto, dio signos de agotamiento que coincidieron con la
descomposición social del Alto Imperio romano y el auge del
cristianismo.
§ Sincretismo: Un sincretismo es un intento de conciliar doctrinas distintas. Comúnmente se entiende que estas
uniones no guardan una coherencia sustancial. También se utiliza en alusión a
la cultura o la religión para resaltar su carácter de fusión y
asimilación de elementos diferentes.
§ Neoplatonismo:El neoplatonismo es un sistema filosófico que nació en
la Alejandría del siglo III, y que fue enseñado
en diferentes escuelas hasta el siglo VI. Es la última
manifestación del platonismo antiguo, y constituye una síntesis de elementos
muy distintos, con aportes de las doctrinas filosóficas de Pitágoras, Aristóteles, Zenón y, sobre todo, Platón, unidas a las
aspiraciones místicas de origen hindú y judío.
En
las doctrinas filosóficas del imperio romano Aparecen
intercambiadas. Las tres primeras se oponen a la cuarta. En este periodo se
produce un proceso desincretismo, es decir, un intento de conciliar
distintas doctrinas en un único sistema.
A partir del
s.III d.C. la única filosofía vigorosa es el Neoplatonicismo. La figura más
representativa será San Agustín.
El platonismo
triunfa más que otras doctrinas en el cristianismo, ante todo debido a la dualidad.
Platón proponía la existencia de un demiurgo que en el
cristianismo se refleja en Dios, Creador.
El platonismo
ofrecía múltiples posibilidades de asimilación por el pensamiento cristiano:
· En cuanto a la
concepción de Dios y del mundo:
o Se afirma la
existencia de otro mundo más allá de este. IDEAS= MENTE DIVINA.
o Este mundo es una
imagen, una copia del ideal.
o Los seres
sensibles poseen su ser por participación de las ideas. Dependencia del
creador, los seres creados soncontingentes (podrían no existir).
o DEMIURGO=
CREADOR.
o Idea del Bien= un
único Dios.
§ En cuanto al ser
humano:
o Inmortalidad del alma.
o Lugar del alma:
Mundo Ideal= cielo cristiano.
o Mitos que
explican el destino del alma. Juicio final.
o Relación cuerpo y
alma con discrepancias con la filosofía griega porque la idea de resurrección
es anticultura griega.
FILOSOFÍA PATRISTICA
Se
ha denominado Patrística a la especulación de los Padres de la Iglesia. Con la
extensión del Cristianismo en el mundo greco-romano en los comienzos del s. II
de nuestra era, surge el desafío a los cristianos cultos de la época, no sólo
de vivir el cristianismo, sino de exponerlo y hacerlo comprensible a la
mentalidad culta de los paganos. Este esfuerzo de interpretación constituye el
quehacer filosófico de los Padres de la Iglesia. La Patrística se caracteriza por su
defensa racional del cristianismo frente a los ataques del paganismo filosófico
y religioso, y por su aceptación de las verdades filosóficas que convienen con
la revelación cristiana. Así, al mismo tiempo que se forja la filosofía
cristiana, se forma la dogmática del cristianismo.
Los
ataques doctrinales que recibe el Cristianismo de los filósofos paganos,
suscita en algunos cristianos cultos el deseo de defenderlo; es el momento de
los apologistas, que defendieron la fe cristiana con argumentos filosóficos,
también de los gnósticos que cayeron en herejía al intentar un conocimiento
racional superior a la fe; y de los maniqueos que se apartaron del dogma al
admitir, junto a Dios principio del Bien, un principio del mal. Posteriormente
surgen los primeros intentos de exposición sistemática del pensamiento
cristiano en términos filosóficos con la escuela de Alejandría y demás
representantes de la alta Patrística. Después de las invasiones bárbaras, los
hombres de la Iglesia
tratarán de formar a los nuevos pueblos elaborando obras y fomentando escuelas
que recojan los conocimientos de la antigüedad culta y les doctrine en la fe
cristiana.
"El
interés de la Patrística
para la historia de la filosofía, dice Julián Marías (filósofo y escritor
español n. en 1914, discípulo de Ortega y Gasset), no estriba sólo en su valor
intrínseco, en el que le corresponde como expresión de una fase de pensamiento,
sino que ha sido el núcleo germinal de que se ha nutrido toda la tradición
filosófica de la Edad Media ,
y su acción se ha ejercido así en todos los siglos siguientes. Así como la
especulación presocrática gravitó sobre todo el resto de la metafísica griega
posterior, la Patrística
ha condicionado el planteamiento de los problemas filosóficos dentro del
Cristianismo."
LOS APOLOGISTAS
Se
trata de hombres cultos provenientes de las escuelas griegas: estoicos y
neoplatónicos, generalmente, que se proponen defender racionalmente la nueva
religión contra las acusaciones de los filósofos paganos y contra las
persecuciones de las autoridades romanas de la época. La filosofía es utilizada
solamente para prestar al dogma el auxilio de sus doctrinas, puesto que hubo la
necesidad de aclarar y defender, con la ayuda de la filosofía, el nuevo
contenido de la fe.
Los
primeros escritores cristianos, aún estando de acuerdo en la defensa del
cristianismo de los ataques de los escritores paganos, siguen, sin embargo, dos
direcciones diversas: oriental y occidental. Los Padres de la Iglesia Oriental
o griega se esfuerzan en armonizar el pensamiento griego con la dirección cristiana,
entre los cuales figuran Justino, Taciano de Siria, Atenágoras de Atenas y
Teófilo de Antioquía. Los Padres de la Iglesia Occidental
o latina, en cambio, combaten la cultura pagana y acentúan el carácter original
del Cristianismo, entre los cuales se encuentran Tertuliano, Ireneo Obispo de
Lión e Hipólito de Roma.
San
Justino (100-165)
Vivió
en el s. II y murió martirizado en Roma. De él se conservan dos Apologías y el
Diálogo con Trifón. Convertido al cristianismo hacia el año 130, después de recorrer
insatisfecho por varias de las escuelas filosóficas de la época, se ve en la
necesidad de defender su nueva fe frente a la cultura de su época y trata en
sus apologías de dar un valor universal en el tiempo al nuevo fenómeno del
cristianismo y su lugar en la historia de la humanidad: "la luz con que
Dios ilumina a todo hombre es irradiada por Cristo, el Logos, antes y después
de hacerse carne. Todo lo que se ha hecho mal se ha hecho contra el Logos, todo
lo que se ha hecho bien, se ha hecho por el Logos... Cuanto de verdad se ha
dicho nos pertenece", dice S. Justino. Con esto se justificaba el uso que
los pensadores cristianos habían de hacer de la filosofía griega, considerada
por él como una preparación del cristianismo (él tiene a Platón por Discípulo
de Moisés). Lo que de verdadero y de grande hay en el pensamiento antiguo es
naturalmente cristiano y, por lo tanto, la religión cristiana no sólo no
reniega de la filosofía precedente, sino que es su complemento. Así, el
cristianismo es presentado, no sólo como una filosofía, sino como la filosofía,
la culminación, la nueva y definitiva sabiduría.
Tertuliano
(150-225)
Reacciona
contra la tendencia a racionalizar el cristianismo que había surgido entre los
cristianos cultos de origen griego y combate a la filosofía como enemigo mortal
de la fe. Considera que no se necesita afanarse en buscar pruebas de la
existencia del Dios único en el que creen los cristianos. Es suficiente con
interrogar al alma del hombre en la fuerza ingenua de su naturaleza para que
ella atestigüe espontáneamente el conocimiento de ese Dios: "el alma es
naturalmente cristiana". Reaccionando también contra las abstracciones
idealistas de los neoplatónicos, muy en boga en la época, habla de que el alma
y Dios son realidades concretas, no ideas, que él busca materializar
interpretándolas como realidades corpóreas, aunque de una corporeidad más sutil
que la de los organismos naturales: "Todo lo que es, es cuerpo". Así,
Tertuliano trata de expresar el "realismo" cristiano en oposición al
"idealismo" griego.
También
llamada Didascalión. Desde los tiempos de la predicación apostólica existía en
Alejandría una numerosa comunidad cristiana de cultura griega con maestros
notables, preocupados por mantener un cristianismo ilustrado. En las últimas
décadas del s. II se formalizó una escuela regular y permanente que tenía como
fines instruir a los cristianos, catequizar a los catecúmenos y atraer a los
gentiles. En ella se enseñaban las artes liberales, la filosofía y la Sagrada Escritura ,
constituyendo los primeros intentos de exposición sistemática del pensamiento
cristiano a partir del marco cultural de la época. El primer director de la
escuela fue San Panteno, ilustre ateniense formado en el estoicismo que colocó
a la escuela en un lugar prestigioso y atrajo numerosos discípulos. Le sucedió
en la dirección de la misma, Clemente de Alejandría.
Clemente
de Alejandría (150-215)
Consideraba
que la filosofía griega había tenido una función pedagógica: conducir a los
hombres de la "gnosis racional" (conocimiento racional) a la
"gnosis de la revelación cristiana". Equipara, en cierto sentido, la
ley hebrea y la razón griega, pues ambas habrían servido a diferentes pueblos
de preparación para recibir la fe cristiana. En la organización de la escuela
de Alejandría, establece cinco grados de aprendizaje: a. El de los párvulos,
enseñándoles a leer, escribir y contar.b. El de la enseñanza de las siete
disciplinas: gramática, retórica, dialéctica, aritmética, geometría, astronomía
y música.c. El de la filosofía y las ciencias físico-naturales.d. El de la fe
mediante lo revelado en la
Sagrada Escritura debidamente comentado e interpretado para
descubrir su sentido y su misterio.e. El de la gnosis que suponiendo todo lo
anterior culmina en un conocimiento intuitivo y afectivo de los misterios
divinos en el que se conjuga la ciencia, la fe y el amor.
Orígenes
(185-253)
Sucedió
a Clemente en la dirección de la escuela. Revestido de un gran celo religioso y
poseedor de una notable erudición, elabora un sugestivo sistema
filosófico-religioso con motivaciones similares a las de su contemporáneo
Plotino donde las intuiciones cristianas están muy ligadas al neoplatonismo.
Orígenes se pregunta cómo conciliar el acto creador del mundo con la inmutabilidad
de la esencia divina. Propone un mundo querido y creado por Dios desde la
eternidad, es decir, el mundo coeterno con Dios. Pero de Dios, no puede salir
sino obras perfectas, espíritus puros. Estos espíritus están dotados de
libertad por la cual pueden permanecer en el bien del que participan o
separarse de él. El mal es amor de un bien menor, degradación de su ser. El mal
actual se irá extirpando y purificando hasta que todo esté maduro para que
vuelva a Dios y reine Todo en todos: apocatástasis o restitución.
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